Guy Claxton es un científico cognitivo y pedagogo británico. Es licenciado por la Universidad de Cambridge y la Universidad de Oxford. Alcanzó reconocimiento gracias a replantear con éxito la escuela para una mejor preparación a una vida de aprendizaje para todos los jóvenes, con una perspectiva inclusiva. Entre sus libros destacan, “What’s the Point of School?: Rediscovering the Heart of Education” (2008), y “The Future of Teaching: And the Myths That Hold It Back” (2021). Es creador del enfoque “Biuilding Power Learning” que ha influido en escuelas de todo el mundo.

Desde Impuls Educació nos interesamos por la investigación educativa a nivel internacional e intentamos establecer conexiones con expertos de todo el mundo. Con Guy Claxton estuvimos hablando sobre una transformación educativa eficaz desde la perspectiva del “Building Learning Power”. Podréis encontrar la entrevista completa en el ejemplar 5 de la revista Diàlegs: “Formación del profesorado”.

Entrevista a Guy Claxton

A muchos de los que han recibido la llamada educación tradicional no les ha ido tan mal. ¿Qué tiene que decir?

¿Qué entendemos por educación tradicional? Una educación cargada de contenidos en la que todo pasa por el profesor. Se supone que el conocimiento es seguro e incuestionable. El trabajo de los estudiantes consiste en aprenderlo, memorizarlo y comprenderlo hasta el punto de que puedan manipular la información con éxito en condiciones de examen.

La educación tradicional funciona para una minoría de jóvenes que reúne tres características: en primer lugar, tienen cierta inclinación intelectual, son capaces de mantener discusiones abstractas y debatir les resulta placentero. En segundo lugar, no les importa pasar tiempo sentados. En tercer lugar, esta escuela está pensada para personas que quieren seguir siendo inmaduras durante un largo período de tiempo.

Para las personas que no son intelectuales ni sedentarias y están impacientes por escapar de la infancia, la escuela no se adapta muy bien. La educación tradicional es elitista de forma particular. Selecciona a los jóvenes que tienen ciertas características y funciona bien para unos pocos, pero no para todos.

La educación debería ser un aprendizaje sobre cómo pensar, cómo aprender, cómo colaborar, cómo conversar

Nos interesa un proceso de aprendizaje que fomente la capacidad de aprender a lo largo de toda su vida

La concepción de la memoria ha cambiado mucho. Todo lo que hay dentro de nuestras cabezas son vastas redes neuronales. El conocimiento, toda habilidad, todos los valores o intereses únicamente pueden representarse como cambios en la funcionalidad de estas redes neuronales. El conocimiento se almacena como cambios de creatividad funcional.

La memoria contiene valores, actitudes, intereses, creencias y opiniones. El modelo de red neuronal, por lo que sabemos, es más fructífero y más apropiado y más positivo para pensar sobre la educación que la anticuada y desacreditada noción de la memoria como un ordenador.

¿Podría hablarnos de su “Building Learning Power” para ayudar a los alumnos a ser mejores aprendices?

Ahora tiendo a hablar más sobre el enfoque del poder de aprendizaje (“Learning Power”). La educación debe equipar a todos los jóvenes con los conocimientos, habilidades, disposiciones y hábitos de la mente o fortalezas del carácter, también llamadas competencias del siglo XXI. Debemos equipar a los jóvenes con todas estas herramientas que les permitan prosperar en el mundo, sea cual sea su trayectoria.

Debemos equipar a los jóvenes con todas estas herramientas que les permitan prosperar en el mundo

El enfoque del término ‘poder de aprendizaje’ es una coalición emergente de pensamiento de distintos centros de todo el planeta. Específicamente, la Escuela de Educación de Harvard y, en particular, el trabajo de Howard Gardner y David Perkins en torno al desarrollo de un conjunto de proyectos de investigación llamado “Project Zero“.

Para construir el “Learning Power” hay todo tipo de innovaciones en marcha en todo el mundo, como la Khan Academy. Podemos introducir algunos pequeños retoques o ajustes en las escuelas. Podemos seguir enseñando las asignaturas tradicionales. Podemos seguir con los exámenes tradicionales. Pero debemos cambiar el sistema de valores para que deje de consistir en retener y reproducir conocimientos sin más.

“Disposiciones de aprendizaje”: curiosidad, perseverancia, concentración, imaginación, pensamiento crítico, comunicación y calidad

Existen muchos aspectos del aula convencional. Pero podemos modificarlos para evitar que los estudiantes se vuelvan pasivos, sumisos, tímidos, y menos aventureros, como ocurre en el aula tradicional con demasiada frecuencia.

Estamos creando una filosofía distinta. Crear este cambio de ambiente que haga que gradualmente estemos construyendo, valorando, animando, observando, estimulando a los estudiantes para que se vuelvan más independientes. No se trata de una competición entre lo tradicional y lo progresista. Creo que el futuro de la educación del siglo XXI está en el cultivo de estos atributos, no en ningún tipo de máquinas inteligentes.

Por último, nos gustaría que nos describiera el futuro de la educación tal y como la concibe, así como el papel de la escuela y de las familias.

Debemos evolucionar, no revolucionar, nuestra forma de concebir la educación. Eso sí, debemos tener muy claro hacia dónde se dirige esta evolución y cuáles son los pequeños pasos necesarios para llevarla a cabo. Necesitamos un modelo para discernir el propósito de la educación, un modelo de pedagogía, un modelo de plan de estudios, un modelo de evaluación y un modelo de desarrollo y liderazgo escolar. Gran parte de la responsabilidad de los líderes escolares es trabajar para ayudar a los padres a entender ese cambio. Parte de nuestro trabajo como directores de centros escolares debe consistir en intentar remodelar las expectativas de los padres.

Resumen de las ideas clave de la entrevista con Guy Claxton