6 June 2020
Análisis de tres perspectivas diferentes
Por Ana Moreno
Tras años de especular sobre la incertidumbre propia de los tiempos en que vivimos, la realidad ha vuelto a superar a la ficción y nos encontramos de lleno en una situación más propia de la imaginación de un guionista de ficción cinematográfica que de nuestra propia biografía.
Muchas han sido las voces que se han alzado en pro de aumentar el protagonismo de la tecnología en la era digital, pero ninguna ha sido tan contundente como la necesidad creada por la nueva situación educativa. Si bien, es cierto que sigue habiendo más preguntas que respuestas y es imprudente aventurarse a dar soluciones infalibles, el estudio de datos relevantes puede aportar luces valiosas. En el presente artículo exponemos tres planteamientos diferentes y complementarios sobre el contexto escolar actual, con el objetivo de ofrecer al lector información y visión para poder tomar algunas decisiones acertadas respecto al papel adecuado de la tecnología en la nueva normalidad educativa.
En primer lugar se exponen las ideas principales del artículo del Washington Post Homeschooling during the coronavirus will set back a generation of children, donde Kevin Huffman, alerta de que el confinamiento debido al coronavirus hará retroceder a toda una generación de niños. En el segundo presentamos la perspectiva optimista y esperanzadora del científico, experto en aprendizaje, William Penuel, donde respondiendo a las preguntas del NEPC, explica porqué, según él, la nueva normalidad podría ser mejor que la antigua. Para finalizar se resumen los criterios y recursos online basados en evidencias del Spotlight ¿Qué funciona en la enseñanza y aprendizaje en línea/distancia? publicado por el instituto australiano Aitsl presidido por John Hattie, uno de los expertos en educación con más prestigio a nivel mundial.
Gracias a la necesidad creada por la nueva situación educativa, es necesario aumentar el protagonismo de la tecnología en la era digital
La educación en casa durante el coronavirus hará retroceder a una generación de infantes
Años de investigación, empieza diciendo Huffman, muestran que la educación escolar online es inefectiva y que los alumnos sufren pérdidas significativas en su aprendizaje durante los largos períodos en que no asisten a la escuela. En este caso, continúa Hoffman, se dan ambas circunstancias con el agravante de que los niños que más sufrirán serán los hijos de las familias más desfavorecidas que carecen de medios y entornos adecuados.
El autor del artículo hace referencia a diversos estudios. Uno de ellos, sobre la eficacia de la enseñanza online, concluye que los beneficios académicos de las escuelas online subvencionadas son en la actualidad una excepción más que una norma. Sobre el efecto del descanso escolar veraniego, comenta que tras décadas de investigación se sabe que se pierde entre uno y dos meses de progreso tras una interrupción de 10 semanas, y añade como la reciente investigación The Covid-19 slide: What summer learning loss can tell us about the potential impact of closures on student academic achievement llevada a cabo por NWEA muestra que:
En el verano siguiente a tercero de primaria los alumnos pierden cerca del 20 por ciento de lo que ganaron en lectura en el año escolar y el 27 por ciento de lo que ganaron en matemáticas.
Hoffman finaliza afirmando que a pesar de los ingentes esfuerzos de padres, profesores y escuelas, las barreras a las que se enfrentan son desalentadoras y sentencia Una cosa sabemos seguro: el impacto no desaparecerá simplemente, se prolongará el siguiente año y más allá. Desde su perspectiva, si nos basamos en los datos la única y sensata solución, es ampliar los días en que los niños y niñas asisten al colegio durante los cursos escolares siguientes a la pandemia garantizando la recuperación total de la pérdida.
La nueva normalidad podría ser mejor que la antigua
Al inicio de la entrevista se pregunta al director del NCRPP, el Dr Penuel, qué opina sobre las carencias de la formación online, el pobre nivel académico de los alumnos a final de curso, y si cree que se están haciendo las preguntas adecuadas o enfocando los problemas reales. El científico, que mira con lentes de equidad y cuya investigación se basa en crear clases inclusivas que atiendan las dimensiones afectivas del aprendizaje y conecten la enseñanza con los intereses e identidades de los aprendices, contesta que aunque los resultados de los tests bajen, esto no significa que se pare el aprendizaje debido a que los alumnos están en sus casas. Y añade, el término “pérdida de aprendizaje” infravalora aprendizajes como nuevas formas de cuidar la propia salud y la de los demás, interesarse por cosas que no se enseñan en el colegio o ayudar a sus familias. Todos estamos aprendiendo mientras luchamos por vivir en medio de una pandemia. La pregunta sería, ¿Cómo apoyamos un aprendizaje significativo durante esta crisis? Para Penuel este momento ofrece una gran oportunidad de reimaginar la educación para que se centre lo que realmente importa y para indagar sobre nuevas formas de relación entre las familias, la escuela y la comunidad. El gran reto es que la pandemia no reconoce los límites de las asignaturas de la escuela tradicional. Enseñar en el momento presente implica un modelo interdisciplinar que consiga una respuesta afectiva de los estudiantes hacia lo que están experimentando y aprendiendo. El aprendizaje siempre ha tenido una respuesta afectiva, una interiorización vinculada a lo que nos interesa y quiénes somos. El momento presente hace que sea más difícil que nunca ignorarlo. Estar a la altura del desafío significa ver a los alumnos en toda su dignidad como seres humanos, capaces de una gran ingenuidad e ingenio para enfrentarse a una crisis mundial.
En referencia a cómo diseñar un aprendizaje efectivo mientras los colegios están cerrados Penuel opina que debemos aprender juntos, lo que significa contribuir con lo que podamos y estudiar lo que emerge si es apropiado. Puede que no todos nos sintamos cómodos diseñando escuelas nuevas, pero está claro que no deberíamos mantener las mismas ideas ni hacernos las mismas preguntas que antes del COVID. Aunque estamos creando recursos para ayudar al profesorado a adaptar los materiales curriculares a los diferentes entornos, nos centramos principalmente en la forma en que los educadores y los alumnos se deberían relacionar, no en contenidos específicos, pues en estos momentos lo más importante es cuidar las relaciones de respeto y cuidado con los alumnos y las familias. Cuando las escuelas se vuelvan a abrir será necesario ayudar a crear comunidades acogedoras capaces de atender a las necesidades de los alumnos.
¿Qué funciona en la enseñanza y aprendizaje en línea/distancia?
A continuación se resume el Spotlight publicado por Aitsl con las mejores prácticas educativas, según las evidencias científicas, para un modelo pedagógico online. Todas ellas vienen precedidas por estudios que garantizan sus beneficios en el aprendizaje y bienestar del alumnado, el profesorado y sus familias.
Los padres no pueden sustituir a los profesores pues les falta conocimiento y experiencia. Para que los alumnos no bajen su rendimiento es crítico que padres y profesores trabajen juntos para poner en práctica soluciones de éxito. En este punto es importante recordar que el aprendizaje está presente en diferentes contextos, también en el hogar y que calidad en educación no siempre implica lo académico y estructurado. A pesar de las barreras del aprendizaje online, como la falta de actividad social o la falta de preparación de los alumnos para autoregularse, hay muchas medidas que profesores, escuelas, alumnos y padres pueden hacer para apoyar un aprendizaje a distancia efectivo.
Consejos para profesorado
Los siguientes principios hacen referencia a los aspectos de la enseñanza online más críticos para maximizar los resultados y la experiencia de aprendizaje.
1. Principios para garantizar la calidad de la enseñanza a distancia
La educación a online/distancia funciona mejor como un sistema dinámico de componentes interrelacionados, que varían según el contexto (Holmberg, 2005). Todos los componentes juntos crean una comunidad de aprendizaje guiada pedagógicamente que permite la entrega flexible de tareas y actividades. (Picciano, 2017). Los componentes se pueden adaptar, combinar o excluir según sea necesario. Este modelo permite al profesorado personalizar las tareas para conseguir los objetivos curriculares y hacer un seguimiento individual de cada alumno.
En toda la planificación se deben considerar los tres tipos de interacción: alumno-contenido, alumno-alumno, alumno-profesor. Los elementos funcionan juntos, por ejemplo: un contenido online puede ser un ejercicio colaborativo para grupo de alumnos, incluir una discusión y posterior reflexión.
Otra consideración básica es la evaluación y el seguimiento de los alumnos que debe formar parte esencial de la planificación de cada tarea.
Existen numerosas herramientas de videoconferencia y entornos virtuales de aprendizaje que se acomodan bien a este modelo.
En este link de la UNESCO se puede acceder a gran cantidad de soluciones.
2. Importancia de la presencia del profesor online
Según un estudio de investigación sobre MOOCs “La presencia del profesor durante el curso, sus interacciones con los estudiantes y la calidad de los videos presentados son determinantes para la finalización del curso”. (Gregori, Zhang, Galván-Fernández y De Asís Fernández-Navarro, 2018).
La presencia del profesor debe ser continuada, significativa y de apoyo. Debido a la alternancia entre actividades asíncronas y síncronas, para los alumnos es vital saber cuándo y cómo pueden acceder a la ayuda del profesor. Una buena aproximación sería (California Department of Education):
- Dejar clara la disponibilidad del profesor/a: cuándo, cómo y por qué conviene contactar con el/ella.
- Calendario de actividades para los alumnos.
- Programar horas de atención y seguimiento periódico con los alumnos, ya sea online o por teléfono.
- Publicar en los foros de discusión online, respondiendo a los alumnos o planteando preguntas.
- Publicando videos o lecturas actualizadas.
- Utilizar estrategias y herramientas de evaluación formativa para estar al día sobre el progreso de cada alumno.
En este link se pueden encontrar 14 consejos prácticos para profesorado nuevo en la modalidad online.
3. Crear una comunidad online de apoyo para el aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo en entornos online mejora el aprendizaje del alumno más que el individual y ésta interacción es esencial (Simonson et al., 2011). Hay muchas opciones tecnológicas orientadas a la colaboración que promueven la interacción entre aprendices. Es importante considerar lo que hay disponible dentro de la escuela (para consultar buenas opciones ver link anterior de la UNESCO).
4. Tiempo de pantalla – calidad vs. cantidad
Investigaciones recientes demuestran que poner el foco en el daño y el riesgo, en la era digital queda obsoleto, y es más apropiado considerar la calidad del contenido y de las interacciones online en que los niños participan. Este cambio permite una guía más matizada para padres y profesores que deberían hacerse las siguientes preguntas cuando valoran lo que sus hijos o alumnos hacen online:
- ¿Cuál es el contexto? ¿Dónde, cuándo y cómo se accede al contenido digital?
- ¿Cuál es el contenido? ¿Es adecuado a la edad o nivel de habilidad?
- ¿Qué conexiones se proporciona? ¿Cómo facilita o impide conexiones sociales positivas?
- ¿Cuál es el impacto? ¿Lleva el niño una vida saludable y tiene una buena rutina de sueño? ¿Disfruta de su experiencia online y a la vez mantiene sus hobbies y relaciones sociales con amigos y familia?
Estas preguntas ofrecen a padres y profesores un marco para diferenciar entre uso problemático y normal de la tecnología.
5. ¿Qué pueden hacer los profesores para ayudar a padres y cuidadores?
Las investigaciones sugieren que la participación de los padres en el aprendizaje de los hijos tiene un mayor impacto en los resultados académicos que la implicación de los padres en la escuela. Esta participación consiste en actitudes, comportamientos y acciones que proporcionan oportunidades de aprendizaje fuera de la escuela y vinculan lo que los niños aprenden en la escuela con lo que sucede en su comunidad y en la sociedad en general.
Las estrategias para lograr la participación de los padres/cuidadores tienen más probabilidades de éxito “cuando los maestros saben cómo comunicarse eficazmente con los padres y cuando hay un fuerte apoyo del director para esta labor”. Las comunicaciones continuas, respetuosas y pertinentes, y la retroalimentación constructiva y significativa son importantes para fomentar la confianza y los objetivos de aprendizaje compartidos, ya sea en línea o en persona (Emerson et al., 2012). Existen múltiples maneras de facilitar la comunicación continua más allá de las reuniones cara a cara, como por ejemplo a través del correo electrónico, los sitios web, los blogs, los podcasts y las redes sociales. Una ventaja añadida es que estas plataformas en línea permiten compartir la información de manera más eficiente y amplia.
Algunas ideas para la participación efectiva de los padres/cuidadores que puede aplicarse ampliamente a todas las formas de comunicación (electrónica, correo, llamadas telefónicas, videoconferencias, etc.) y apoyan el aprendizaje a distancia:
- Promueve mensajes clave a los padres y cuidadores sobre la escuela y sus objetivos.
- Promueve materiales y sitios web para el hogar.
- Proporciona talleres interactivos usando programas como Moodle y salas de chat para padres.
- Proporciona productos y recursos para que los padres puedan trabajar por su cuenta o con su hijo.
- Vincula a los padres con los recursos y publicaciones existentes.
- Vincula a los padres con otras organizaciones que tengan la capacidad de proporcionar apoyo (en línea y/o en su comunidad)
- Disponga de un área para los padres en el sitio (o dirija a los padres a los recursos de su jurisdicción; vea los enlaces en el Recurso 1) sobre información específica acerca de cómo pueden mantener a su hijo.
Para lograr una mayor participación de los padres, los maestros deben saber cómo comunicarse eficazmente con los ellos
6. Principios sobre aprendizaje online para padres
Para los padres de niños y jóvenes, las investigaciones muestran que las estrategias más eficaces para el aprendizaje familiar en el hogar, que pueden variar según el grupo de edad, incluyen:
- Creer en el potencial de los niños.
- Leer juntos y hablar con los niños.
- Apoyar a los niños para que desarrollen relaciones positivas, incluyendo la respuesta apropiada a las experiencias negativas que puedan encontrar.
- Aprender juntos, incluyendo la participación en actividades cotidianas como cocinar y pasar tiempo aprendiendo en familia.
- Crear un ambiente positivo y proporcionar al niño un espacio y tiempo dedicado a cada tarea, tener las mismas reglas que la escuela sobre la tarea, y asegurar que las interacciones padre-hijo en torno a la tarea sean positivas.
En el caso de los padres de adolescentes, las investigaciones han demostrado que “los aspectos de la participación de los padres dirigidos por la familia y basados en el hogar, incluida la creación de un entorno general que apoye y fomente el aprendizaje, tienen más repercusiones que la participación directa de los padres en el contenido de lo que los jóvenes aprenden en la escuela” (ARACY, 2015b, pág. 3). Las conclusiones de la investigación realizada por la Alianza Australiana de Investigación para los Niños y los Jóvenes identificaron algunos principios fundamentales, muchos de los cuales pueden extrapolarse al aprendizaje en el hogar (ARACY, 2015b, pág. 4 y 5):
- Ser sensibles a la creciente autonomía e independencia de los adolescentes, manteniendo al mismo tiempo una estructura de apoyo.
- Demostrar las aspiraciones y expectativas de aprendizaje.
- Con el objetivo de proporcionar un entorno estimulante y de apoyo para el aprendizaje en el hogar.
- Mantener la interacción niño-padre relevante para el aprendizaje.
- Mantener las conexiones y la comunicación abierta con la escuela.
- Proporcionar apoyo para las tareas escolares apropiadas para la adolescencia.
La hoja informativa para padres de ARACY proporciona ejemplos de lo que los padres pueden hacer basándose en los principios anteriores.
7. Asegurar el bienestar de los alumnos durante el aprendizaje online
La transición del aprendizaje en la escuela al aprendizaje en el hogar puede ser un momento difícil para los estudiantes y podría afectar negativamente a su bienestar. Los padres también están sometidos a un estrés considerable, por lo que su propio bienestar también puede ponerse a prueba.
El cambio a la enseñanza en el hogar significa que los padres y los maestros tal vez necesiten establecer un tiempo más estructurado para verificar con los niños su bienestar:
- Al tratar estos temas, ayuda que los padres muestren orgullo, apoyo incondicional y aceptación sin juicios (ARACY, 2017).
- El apoyo práctico con materiales y recursos, la atención al ejercicio y a la buena nutrición, los debates sobre la experiencia de aprendizaje, así como el estímulo general, facilitan enfoques positivos en los niños (Sollis,K., 2019).
- Las familias pueden sacar el máximo provecho de esta situación dedicando el tiempo necesario para fortalecer las relaciones y los vínculos, discutir y practicar la lectura, el aprendizaje y la comunicación sobre la transición al estudio en el hogar (ARACY, 2017).
- Durante este tiempo, como la transición de la escolaridad al ambiente del hogar, será importante vigilar la salud mental de los niños, así como su bienestar físico.
Durante este período, los padres y los profesores tendrán que vigilar el bienestar de los estudiantes aún más de lo habitual. Las transiciones de la escuela al hogar aumentarán la dependencia de las plataformas de aprendizaje en línea y las redes sociales. Los padres necesitan apoyo para diferenciar entre el uso potencialmente problemático de los medios digitales y el uso normal. El uso problemático puede caracterizarse por cambios en el estado de ánimo después de la actividad en línea, cambios en la personalidad general, estrés, problemas con el trabajo escolar, cambios en el sueño, evitación, disminución de la salud física y comportamiento reservado en línea (Comisario eSafety, 2020).
Ayudar a los niños a desarrollar su capacidad de adaptación digital mediante conversaciones sobre contenidos en línea (por ejemplo, qué hacer después de encontrarse con un artículo de noticias angustioso), y modelar comportamientos y valores digitales apropiados, es un efecto potencialmente positivo de la creciente dependencia de las plataformas en línea durante la pandemia COVID-19 (Livingstone y Blum-Ross, 2017).
Conclusiones
Si valoramos cada aportación desde la perspectiva del avance de la tecnología como herramienta pedagógica, vemos que en lo primeros casos se ve la tecnología como el mal menor necesario para dar continuidad a la vida académica de las escuelas, pero no se pone especial énfasis en su papel futuro para la mejora en la educación. Es más, se deja claro que no es lo más importante y que no se dispone de datos concluyentes sobre las ventajas de la opción tecnológica sobre la presencial, por mucho medios que aquella disponga. Cosa que era de esperar pues si bien la tecnología ofrece grandes posibilidades formativas cuando nos encontramos con barreras de tiempo, lugar y coste, es poco discutible que una educación que prescinda de cualquier interacción personal humana sin mediar un ordenador, difícilmente será la ideal para la etapa escolar, en que niños y jóvenes necesitan socializarse de manera sana para alcanzar un bienestar emocional y convertirse en ciudadanos colaborativos y solidarios.
Del tercer trabajo resaltamos la importancia de presentar unos criterios sobre el uso de la tecnología avalados por datos científicos que bien pueden ser útiles no solo para la nueva normalidad que le espera a la educación en el corto y medio plazo. Sino también para apoyar una mayor presencia de la tecnología en las aulas como apoyo a la transformación educativa que se está haciendo y como incentivo para seguir investigando sobre cómo hacerlo con garantías de éxito.
Estamos de acuerdo en que la solución debe ser mixta y la tecnología puede y debe jugar un papel importante en la mejora de la educación como potenciador de aprendizaje y apoyo a la gestión y seguimiento personalizado del alumnado. Su eficacia debería ser medida en estos términos y no como herramienta de sustitución de la clase presencial, salvo de excepciones extremas. La pandemia que vivimos ha traído sufrimientos e incertidumbres pero también grandes oportunidades que es necesario aprovechar. El avance y prestigio de la tecnología como herramienta poderosa para mejorar el aprendizaje es solo una de ellas.
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