por Jordi Viladrosa i Clua
El término “educación disruptiva” fue acuñado por Clayton Christensen, un profesor de administración de negocios de la Universidad de Harvard. Christensen utilizó el término para describir un nuevo modelo de educación que se aleja del modelo tradicional, basado en clases magistrales y exámenes. El nuevo modelo se centra en el aprendizaje activo, la personalización y el uso de la tecnología. Es un concepto que ha sido ampliamente adoptado para describir una variedad de nuevas tendencias en la educación, tales como el aprendizaje en línea, el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje social.
La educación disruptiva es un nuevo modelo centrado en el aprendizaje activo, la personalización y el uso de la tecnología
Christensen es autor del libro “Disrupting Class: How Disruptive Innovación Will Change the Way the World Learns” (2010), donde argumenta sobre el cambio disruptivo en la escuela pública K-12, empleando una amplia gama de contenidos de la vida real. Un libro que, según Howard Gardner, habla de forma reflexiva e imaginativa sobre cómo puede ser la educación genuinamente individualizada y cómo llevarla a cabo”.
Otras personas que han contribuido al desarrollo del concepto de educación disruptiva son: Tony Wagner: experto en educación que ha escrito sobre la educación del siglo XXI. En su libro “Creando Innovadores: La formación de los jóvenes que cambiarán el mundo” (2014) explora qué deben hacer padres, profesores y empresarios para desarrollar las capacidades de los jóvenes para convertirse en innovadores, a partir de la colaboración, la resolución de problemas interdisciplinarios y la motivación intrínseca. O Ken Robinson, un conferenciante y educador que escribió sobre la educación creativa. En su libro “El Elemento: Descubrir tu pasión lo cambia todo” (2010) consideraba que todo el mundo tiene un talento natural que debería ser cultivado. O el quizás más conocido “Escuelas creativas: La revolución que está transformando la educación” (2015) donde afirma que es necesario acabar con el antiguo sistema educativo industrial y en el que propone un enfoque orgánico y personalizado que se basa en los recursos tecnológicos y profesionales sin precedentes actuales para implicar a todos los estudiantes.
La educación disruptiva es un concepto en evolución y todavía está por ver qué repercusión tendrá realmente en el sistema educativo. Sin embargo, está claro que el término está teniendo un cierto impacto en el debate sobre la educación, y ayuda a poner de manifiesto la necesidad de cambiar los sistemas educativos tradicionales.
La educación disruptiva es un concepto en evolución y todavía está por ver qué repercusión tendrá en el sistema educativo
En nuestro país, uno de los defensores de la educación disruptiva es Joan Domingo Farnós, un profesor jubilado que produce y comparte conocimiento básicamente a través de su blog “Juandon. Innovación y conocimiento”. Farnós defiende que el trabajo en red, en equipo, y la inteligencia colectiva son las bases del trabajo del siglo XXI. Estas formas de trabajar permiten a las personas compartir conocimientos y experiencias, lo que conduce a una mayor innovación y productividad.
El trabajo en red y la inteligencia colectiva permiten compartir conocimientos, lo que conduce a una mayor productividad
Cuando se le pregunta por la educación disruptiva, Farnós suele explicar que cualquier cambio requiere una nueva forma de pensar. Y añade: ese cambio de mentalidad pide ser conscientes de la situación actual y de la situación deseada. Una vez que tenemos claros estos dos puntos, podemos empezar a buscar formas de resolver el problema y hacerlo realidad. Pero, además de ser conscientes de ello, también hay que tener ganas de cambiar porque lo habitual es que haya mucha resistencia a hacerlo.
Educación disruptiva: características
Las principales características de la educación disruptiva son:
- Personalización: La educación disruptiva pone al estudiante en el centro del aprendizaje y se adapta a sus necesidades individuales, teniendo en cuenta sus intereses, sus estilos de aprendizaje y sus objetivos. Seguro que la inteligencia Artificial (IA) ofrecerá una ayuda considerable en este aspecto.
- Uso de la tecnología: Se propone un uso intensivo de la tecnología para crear experiencias de aprendizaje más interactivas e inmersivas. Las plataformas de aprendizaje en línea son un ejemplo de ello y las editoriales educativas las promueven como complemento de los libros de texto. Otra forma es utilizar la realidad virtual y la realidad aumentada para crear experiencias de aprendizaje inmersivas.
- Aprendizaje activo: El objetivo es que el estudiante sea el protagonista de su propio aprendizaje y no solo un receptor pasivo de información. El trabajo en equipo y los proyectos de aprendizaje para fomentar la colaboración y la creatividad son una forma de llevarlo a cabo.
- Aprendizaje en línea: Es una herramienta que permite a los estudiantes acceder a la educación en cualquier lugar y en cualquier momento. Es una opción flexible y accesible que puede ser útil para estudiantes con distintas necesidades.
La educación disruptiva es un nuevo paradigma educativo que se adapta a los cambios sociales y tecnológicos del siglo XXI. En resumen, pone al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje y usa la tecnología para generar experiencias de aprendizaje más interactivas e inmersivas.
Pone al estudiante en el centro del aprendizaje y usa la tecnología para generar experiencias de aprendizaje más inmersivas
El papel de la IA en la educación disruptiva
La (IA) no nació ayer, aunque hablemos mucho de ella últimamente, sino que lleva una década entre nosotros, en segundo plano, podríamos decir. La IA tiene el potencial de revolucionar la educación de forma disruptiva, y nos ofrece nuevas maneras de aprender y de enseñar.
La IA tiene el potencial de revolucionar la educación de forma disruptiva, y nos ofrece nuevas maneras de aprender y de enseñar
La IA nos puede ayudar a:
- Personalizar el aprendizaje: La IA puede ser útil para recopilar datos sobre los estudiantes, como su rendimiento, sus preferencias y sus estilos de aprendizaje. Estos datos pueden utilizarse para crear situaciones de aprendizaje personalizadas que se adapten a las necesidades individuales de cada alumno.
- Automatizar tareas repetitivas, tales como la corrección de ejercicios o la generación de resúmenes de contenido. Esto liberaría el tiempo de los profesores para centrarse en tareas más creativas.
- Ofrecer aprendizaje en tiempo real, es decir, originar entornos de aprendizaje en tiempo real que permitan a los estudiantes interactuar con el contenido y obtener “feedback” de inmediato. Esto les puede ayudar a aprender de forma más eficiente.
Algunos ejemplos concretos de cómo la IA se está usando ya en la educación disruptiva incluyen: plataformas de aprendizaje en línea personalizadas, tutores virtuales, o simuladores y juegos educativos.
Por lo general, la IA tiene el potencial de hacer que la educación sea más accesible, eficaz e interesante. A medida que siga desarrollándose, es probable que descubramos nuevos usos de la tecnología en la educación disruptiva e innovadora.
La IA tiene el potencial de hacer que la educación sea más accesible, eficaz e interesante
Por último, entre los cada vez más numerosos ejemplos de cómo la IA se está utilizando en educación disruptiva en Cataluña destacamos el proyecto “E-learning para la inclusión” que utiliza la IA para crear materiales educativos personalizados para estudiantes con necesidades educativas especiales. Estos materiales incluyen recursos visuales, auditivos y táctiles. O el proyecto “IA en educación”, una iniciativa del Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña que ofrece recursos, experiencias y formación a los profesionales de la educación que quieran utilizar la IA en sus aulas.