Flora Grífol, profesora de Institució Familiar y de la Universitat de Lleida, nos habla del proyecto
¿Por qué piensas que la oratoria es una herramienta importante para los alumnos de hoy en día?
La oratoria es una herramienta importantísima no solo para los estudiantes de Primaria, ESO o Bachillerato sino también para personas de cualquier edad que se animen. La ventaja que tienen los alumnos más jóvenes, es que, si se les educa desde muy pequeños, no tienen tiempo de ponerse límites ni de creer que hablar en público solo es para héroes. Además, al hacerlo en grupo y con personas con los mismos miedos, les ayuda en el aprendizaje y en el aumento de confianza, una pieza clave para el orador.
Todos, en un momento u otro, tenemos que hablar en público: en el trabajo, en una reunión de vecinos, en el AMPA… No sé por qué siempre se asocia hablar en público con un gran auditorio. Opino que hablar con más de 4 o 5 personas que no son de tu ámbito más familiar o íntimo ya es hablar en público. La oratoria nos ayuda a ser líderes, pero no un sentido grandilocuente, no; la oratoria nos ayuda a capitanear nuestro mensaje: saber qué queremos decir, cómo lo haremos, cuál será el tono más apropiado o qué grado de vehemencia queremos utilizar en nuestras palabras.
La oratoria no es hablar delante de un gran grupo, sino expresar con claridad y efectividad nuestras ideas, ya sea en petit comité o grupo de amigos, o en una reunión de vecinos.
¿Es la oratoria una mera técnica para seducir al auditorio o tiene algún otro propósito?
La oratoria es una herramienta muy poderosa y convierte al orador en un referente para aquellos que lo escuchan. El poder que le queramos dar a nuestro discurso dependerá de cada cual: moderación, vehemencia, liderazgo, cordura, profesionalidad, humildad, optimismo… Puede resultar osado decir que somos lo que decimos y cómo lo decimos, pero hoy en día la palabra tiene este poder, por lo tanto, la oratoria, además de seducir también es una ventana a mi manera de ser y a como quiero mostrarme. Es un pedacito de mi personalidad y un retrato de cómo quiero que me perciban.
A propósito o no, lo que yo diga y cómo lo haga dirá mucho de mí y es necesario que trabaje con asertividad en la forma, con mucha educación y formación, en el fondo.
La oratoria es una herramienta muy poderosa y convierte al orador en un referente para aquellos que lo escuchan.
¿De qué manera la oratoria ayuda a cultivar la cultura de pensamiento que es la base de nuestro proyecto INSPIRING OTHERS de Aude?
En el momento en el que el profesorado proponemos un discurso y un tema a nuestro alumnado, el proyecto Aude se pone en marcha: el discurso debe tener una estructura y una cohesión que no surge de la nada. El alumno tendrá que hacer una lluvia de ideas, tendrá que escoger las más importantes y las secundarias, proceso que le hará plantearse preguntas no solo competenciales de la materia, también personales, puesto que nadie escoge ideas que le incomoden.
Cuando ya tenga claro qué dirá, tendrá que buscar información veraz y objetiva de fondos institucionales que apoyen su mensaje. Desplegará sus conocimientos para hacerlo llegar con claridad: fotografías, gráficas, estadísticas…
Por lo tanto, tenemos en el tablero pensamiento crítico, investigación, competencias múltiples (lingüística, tecnológica, gráfica, etc.) al servicio de un mensaje que no sale de la nada: cada alumno deberá trabajar desde su experiencia y su pensamiento.
¿Son todos los alumnos capaces de hablar en público?
Creo que sí, que todos somos capaces de hablar en público, alumnos jóvenes y no tan jóvenes. El problema es que no se nos educa y, a la vez, las personas nos autolimitamos, mantenemos una conversación interior que no siempre nos ayuda a expandirnos y a crecer, sino que nos llena de miedos.
Desde pequeños sabemos qué tono debemos emplear para pedir aquello que nos interesa tanto, para pedir perdón seriamente o para decir que algo nos entusiasma. Y esto es oratoria: transmitir un mensaje con claridad.
Si somos capaces de hacerlo desde pequeños, ¿por qué de mayores el miedo nos domina cuando con una práctica constante lo conseguiríamos? Porque considero que nos autoimponemos un mensaje equivocado: No puedes, cuando en realidad, de poder, podemos todos. Otro tema es que lo queramos o lo necesitemos con más o menos urgencia.
Y esto es oratoria: transmitir un mensaje con claridad.
¿Qué destrezas desarrolla la oratoria en el alumnado?
Muchas y muy transversales. Opino que nos ayuda a ordenar ideas, a priorizar, a ponernos en el lugar del otro pensando en aquello que le puede enganchar y seducir, a buscar información para basarnos en datos y no sólo, solamente en emociones, a buscar la objetividad sin dejar de lado la emoción.
Nos ayuda a cultivar la tenacidad ensayando una y otra vez el discurso, a controlar los nervios, a explotar el lenguaje no verbal que sin hablar dice tanto, a hacernos presentes de forma muy consciente en un espacio y con un público, a modular la voz y la cadencia para hacer llegar el mensaje con la contundencia que le queramos dar.
Nos da confianza desde el momento en que aceptamos nuestras imperfecciones y las compartimos con quien nos escucha. Nos hace crecer porque nos ayuda a conocernos, a saber hasta dónde podemos llegar.
El autoconcepto siempre se enriquece después de un discurso y considero que también el aprecio a nuestra competencia, sea cual sea. Pero para llegar aquí, tenemos que derribar muchas barreras, algunas reales y otras impuestas por nosotros mismos.
Lucía Sánchez, alumna de Institució Lleida de 2º de Bachillerato nos cuenta su experiencia
Teniendo en cuenta que desde pequeña has ido hablando en el aula, ¿Qué crees que te ha aportado la oratoria?
Creo que me ha aportado herramientas que me han facilitado tener cualquier conversación (individual o grupal). También, por supuesto, a la hora de hablar en público me ha ayudado a sentirme más segura y enfrentarme a mis miedos.
Opinas que, si esta práctica sostenida en el tiempo no se hubiera realizado, ¿ahora te verías capaz de impartir una charla ante un grupo moderadamente grande?
No; aunque considero que hay una pequeña parte de hablar en público que es un talento que la persona tiene; hay una gran parte que proviene del trabajo y el esfuerzo constante, y si no hubiéramos recibido esta formación en el colegio creo que ahora no seríamos capaces de poder hablar ante un grupo.
¿Qué era lo que te daba más respeto de hablar en público ante tus compañeras en los cursos de primaria? ¿Y en la ESO?
Pienso que era el miedo a equivocarme o a hacer algo mal. Después, cuando estaba en la ESO, sentía mucha inseguridad por lo que podían pensar mis compañeras cuando hablaba en público.
¿La oratoria ha reforzado tu personalidad o autoestima de alguna manera?
¡100%! La oratoria me ha ayudado mucho a aumentar la confianza en mí misma y mi autoestima y es una realidad que ahora mismo para mí hablar en público es algo con lo que disfruto mucho
Cuándo escuchas hablar a alguien, inconscientemente, ¿percibes si está usando alguna técnica de retórica que conoces? ¿Serías capaz de emitir una opinión crítica (en el sentido de dar una opinión objetiva) de los discursos que oyes, si te lo propones?
La verdad es que sí, a veces, cuando veo una tertulia o un debate en la televisión pienso en cosas que podría mejorar alguno de los participantes o en alguna técnica utilizada que me ha gustado o he sabido reconocer.
Gracias al buen trabajo realizado por el colegio, cada año, en el torneo Tedis, llegan a ser finalistas alumnos de Institució Lleida. En el año 2019, la alumna Jeli Yánac de 3º de la ESO, ganó el premio a la mejor oradora. No te pierdas su discurso y la entrevista que le hicimos.
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