Resumimos, en este artículo, las aportaciones de Carmen Alba Pastor, doctora en Educación, en la entrevista para la revista Diàlegs Inclusión y progreso humano, sobre la aportación del Diseño Universal para el Aprendizaje a la inclusión educativa.
La autora afirma que la Agenda 2030 nos ha impulsado a conseguir la construcción a la práctica de la educación inclusiva y que, en este viaje complejo de la escuela inclusiva al sistema inclusivo, los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje, popularizado como DUA, pueden facilitar la atención a la diversidad del alumnado.
Según Alba Pastor, el DUA es un modelo sistémico, organizado, no es una metodología, ni una teoría, sino un modelo. Está basado en la experiencia profesional de un equipo de investigadores vinculados a un hospital de Boston y a la Universidad de Harvard, con David Rose al frente, en unos años en que se estaba transformando la educación, cuando se aprobó la ley “No Child Left Behind”, NCLB, (2001). Demostraban que cuando se hacen adaptaciones curriculares los alumnos con dificultades de aprendizaje sí que aprenden; esto quiere decir que hay un error en el planteamiento, no es que no puedan aprender, es que aquello que les proporciona la escuela no responde a sus capacidades.
En aquel momento, en los Estados Unidos, también nace otro movimiento en el ámbito de la arquitectura, el Diseño Universal promovido por el arquitecto Ron Mace, una persona con discapacidad motora que tenía la experiencia personal que encontraba barreras en unos contextos, pero en otros no. Sus discapacidades no dependían solo de sus características o posibilidades, sino de la interacción de la persona con estos contextos.
Esta idea del diseño universal hizo efecto y conectó con la preocupación del equipo del CAST (Centro para la Tecnología Especial Aplicada), con David Rose i Anne Meyer, entre otros. Ellos entendían que esta misma formulación era válida para la educación, es decir, parte de las barreras que se encuentran nuestros estudiantes para aprender no se deben a sus características, son porque nosotros no les proporcionamos el contexto adecuado, los recursos pertinentes, los materiales, las actividades que les tienen que posibilitar aprender.
Parte de las barreras que se encuentran los alumnos son porque nosotros no proporcionamos los recursos pertinentes o el contexto adecuado
En educación, explica Carmen Alba, no tenemos escaleras mecánicas como en arquitectura o en lectores de pantalla, como sí se tiene en tecnología, sino que contamos con el currículum y podemos tomar decisiones porque la enseñanza sea accesible y los estudiantes puedan aprender. A partir de una revisión del conocimiento científico sobre la enseñanza, se crea un modelo que toma tres factores como referencia:
- Los factores afectivos o emocionales, vinculados a las redes afectivas.
- El componente informativo, el conocimiento, tiene contenidos e información que hay que elaborar.
- El componente estratégico, las acciones que tienen que hacer los estudiantes para relacionarse con la información y así construir el aprendizaje.
Se trata de un modelo didáctico, porque se orienta a la práctica en el ámbito de la intervención educativa, organización, etc. No hay una teoría previa que se quiera demostrar, sino que se parte de lo que hacen los docentes, que son el elemento fundamental del proceso. Este es uno de los grandes valores del diseño universal para el aprendizaje, que da visibilidad al conocimiento derivado de la práctica educativa.
Uno de los grandes valores del diseño universal para el aprendizaje es que da visibilidad al conocimiento derivado de la práctica educativa
Neurociencia y DUA aplicados al proceso de enseñanza y aprendizaje
Los avances en la neurociencia, especialmente los que se han basado en el diagnóstico por la imagen, han contribuido a que podamos conocer algo mejor qué pasa en esta caja negra que es el cerebro. De alguna manera, la neurociencia nos informa y nos da pistas de la singularidad del proceso de aprendizaje, es decir, de cuál es el papel de las diferentes redes neuronales del aprendizaje, el efecto que tienen al cerebro las diferentes tareas. En otras palabras, la neurociencia nos facilita información para que nuestras decisiones didácticas puedan encontrar apoyo.
La neurociencia nos facilita información para que nuestras decisiones didácticas puedan encontrar apoyo
La neurociencia nos ha ayudado a comprender mejor el proceso de aprendizaje y este cree Alba Pastor que es uno de sus grandes valores. Este hecho les ha permitido partir de modelos de la neurociencia para crear el modelo DUA, y por este motivo la organización de toda la información se estructura alrededor de tres redes neuronales. DUA se basa en el papel de estas redes neuronales en los procesos de aprendizaje, que, aunque intervienen de manera conjunta, para acercarnos es más eficaz verlas por separado.
El DUA y la innovación
Para Carmen Alba, el DUA no es una estructura cerrada, sino un esquema de pensamiento donde podemos ir incorporando las metodologías que consideramos innovadoras, pero con sentido. Lo que tenemos que poner por delante es la meta, qué aprendizajes necesitan tener los alumnos en este tema o durante este curso. Y a partir de aquí se integran las innovaciones. Lo que es importante es que el DUA te da este marco para entender mejor el proceso; las claves sobre las cuales hay que reflexionar cuando planificamos la acción educativa, la enseñanza, la organización del centro, la coordinación del profesorado, las medidas curriculares, las medidas de adaptación curricular. En resumen, el aprendizaje, los estudiantes, el contexto son la clave para que planifiquemos el currículum y la organización del centro y del aula. Aquí es donde el diseño universal entra y nos facilita este proceso.
Implantar el modelo DUA
El DUA, sostiene Carmen Alba, es un modelo global, sistemático, basado en evidencias científicas, que, partiendo de la práctica educativa, reconoce que en educación hay mucho conocimiento ya generado por los docentes y por la experiencia y lo recoge, sistematiza y organiza. Es por eso por lo que nos permite tener una estructura, un marco y un lenguaje común para poder trabajar en equipo.
Su implantación, a propuesta de la autora, tendría que empezar por un diagnóstico, porque si no sabemos dónde estamos no detectamos cuáles son las necesidades, las carencias, las dificultades; será difícil avanzar. En segundo lugar, un plan estratégico que es un plan de mejora y el DUA nos puede ser útil. Usar herramientas o instrumentos para analizar o evaluar el entorno inclusivo de los centros. Además, el DUA también te facilita el siguiente paso que es poner en marcha medidas concretas para ir cambiando estas prácticas. Y entre estas medidas seguro que siempre aparecerá la formación del profesorado, porque se identificarán cuáles son las carencias de los docentes de un centro para poder responder con la calidad que requieren nuestros estudiantes, sean cuales sean sus necesidades y capacidades.
Todo esto, concluye, requiere otro de los grandes temas de la educación: hay que evaluar qué se está haciendo y hacer un seguimiento periódico. Los docentes no podemos continuar trabajando de forma aislada, sino que tenemos que entender que todo nuestro trabajo se tiene que basar en la coordinación y hay que tenerla frecuentemente. Y en toda esta tarea, el DUA es un enfoque didáctico para la educación inclusiva y un marco para avanzar en la práctica en las aulas y centros de forma compartida.
Los docentes tenemos que entender que todo nuestro trabajo se tiene que basar en la coordinación y hay que tenerla frecuentemente
Leer la entrevista completa de M. Carmen Alba en Diàlegs Inclusión y progreso humano.
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