Educar con sentido en tiempos de inteligencia artificial

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8 May 2025

Una mirada crítica que invita a repensar el papel de la tecnología en la educación y en la formación de ciudadanos conscientes

por Ana Moreno Salvo

Carlos Magro Mazo es el presidente de la Asociación Educación Abierta. Está licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja como consultor independiente en educación en los ámbitos de la innovación educativa, la tecnología educativa y las políticas públicas en educación. Es miembro del grupo de investigación Conocimiento Abierto para la Acción Social CAAS de la Universidad de Granada y miembro del colectivo DIME (Docentes para la Inclusión y la Mejora Educativa), entre otros.

Entrevista a Carlos Magro Mazo

¿Cuáles cree que son los aspectos clave para la educación de los niños y jóvenes en la era de la Inteligencia Artificial?

Educar tiene que ver con dar a los que educamos las palabras y la capacidad de pensar para entender el mundo en el que están viviendo.  La primera pregunta que nos tendríamos que hacer es si en la escuela estamos dando las herramientas para entender este mundo que tiene que ver con la tecnología.

¿Cómo puede la tecnología ayudar a mejorar la calidad de la educación?

La escuela es un dispositivo tecnológico, quizá no entendido como lo entendemos ahora. La historia de la escuela está llena de tecnología: el libro es una tecnología tremenda que ha perdurado muchísimo, que sigue encima de las mesas de los estudiantes; también la propia organización de la escuela es un tipo de tecnología que busca unos resultados concretos. En los últimos cien años, el tipo de tecnologías en las que pensamos, cuando nos referimos a la educación y a la escuela y a su mejora, son tecnologías vinculadas a la información. Y ahora, en el último año y medio, no paramos de hablar de las IA, de las inteligencias artificiales, en concreto de las generativas y de su impacto en la educación.

A la escuela de masas, la escuela que escolariza a todo el mundo, le cuesta centrarse en lo individual, en lo personalizado, atender las diferencias. Por tanto, cada vez que aparece una de estas tecnologías, aunque nos va a ayudar a hacer eso que queremos hacer, que es atender a los intereses y a las diferencias que muestran todos nuestros estudiantes en las aulas, volvemos a poner todas nuestras ilusiones en esa tecnología. Esto es una promesa que nunca se ha cumplido, pero que probablemente requiera que pensemos un poco más allá de la ella.

A la escuela de masas le cuesta centrarse
en lo individual, en lo personalizado y atender las diferencias

Si lo que realmente queremos es que nadie se nos quede atrás, a lo mejor hay que invertir más, transformar la manera que tenemos de organizar las escuelas, transformar el currículum…

Parece que la tecnología puede ayudarnos, pero está claro que tenemos que hacer intervenciones que tienen que ver con lo social, con los recursos, con cómo nos tomamos en serio realmente esa promesa de la inclusión y de la diversidad.

¿Qué riesgos y oportunidades cree que puede traer la irrupción de la IA generativa al ámbito educativo?

Uno de los grandes riesgos de la IA sería pensarla en términos solucionistas. La educación es algo tremendamente complejo y pensar que la IA o cualquier otra tecnología viene a solucionarnos esos problemas sin más, sería un gran riesgo. Igual que lo sería no tomarnos en serio la IA y pensar que no merece la pena incorporarla en los aprendizajes que hay que realizar en la escuela.

Para que la tecnología sea una oportunidad y no una necesidad, para que realmente sea una palanca de transformación para la escuela, lo más sensato es que tengamos que problematizar bastante más qué significa la inteligencia artificial para la educación.

Lo más sensato es que tengamos que problematizar bastante más qué significa la inteligencia artificial para la educación

Si somos capaces de hacer educativa la IA, probablemente estemos ante una oportunidad para el sistema educativo, pero todavía eso está por ver.

¿Cómo afecta la omnipresencia de la tecnología en la educación y, en concreto, a la educación en su buen uso de niños y jóvenes?

Queramos o no, la tecnología es parte de nuestras vidas, siempre lo ha sido, pero estas tecnologías actuales están más presentes que nunca. Nos dan posibilidades de hacer cosas que antes no podíamos, pero también generan complejidades y dificultades que aún no sabemos manejar.

Hace unas décadas decidimos como sociedad que educamos para la vida, no solo trabajo o la lectoescritura básica, sino de manera integral. Damos herramientas, pensamiento crítico y palabras para entender y actuar en el mundo. Y si la vida está llena de tecnología, la escuela también debe educar en y con tecnología.

No necesitamos una asignatura específica; de la misma manera que enseñamos a pensar históricamente o matemáticamente, debemos enseñar a pensar digitalmente y hacer críticos con la tecnología.

¿Cómo se podría empoderar a niños y jóvenes en la escuela para crecer como ciudadanos libres y socialmente comprometidos?

Tomarnos en serio la inteligencia artificial en la escuela, es decir, no dejándola fuera, sino poniéndola como objeto de aprendizaje en el medio del aula, significa educar en la tecnología, en primer lugar, pero también con la tecnología.

En los últimos treinta o cuarenta años, estamos viviendo lo que algunos denominan una etapa de absoluto neoliberalismo económico. Y en esta sociedad que hemos configurado, que va a más, la tecnología es el aliado perfecto.

Pedirle a la escuela que luche contra esto es muy difícil, pero desde luego es un lugar en el que, si educamos en la justicia, en la igualdad, en la democracia, en entender que no todo el mundo tiene todo, si educamos en este tipo de valores fundamentales, en los derechos humanos, eso va a salir como una contradicción de nuestra manera de vivir. Formemos personas que sean capaces, al menos, de cuestionar esa manera de vivir en la que, insisto, economía y tecnología están tremendamente vinculadas.

Formemos personas que sean capaces de cuestionar esa manera de vivir en la que economía y tecnología están vinculadas
¿Cree que es razonable pensar que pueda llegar a pasar que las máquinas asuman más protagonismo mientras los seres humanos lo van perdiendo progresivamente?, ¿cómo podría la escuela ofrecer una educación preventiva frente a esta posibilidad?

Esto es lo que llaman algunos la ‘singularidad tecnológica’, es decir, aquel momento en el que podemos perder el control sobre la tecnología que hemos creado nosotros mismos. Esta es una especie de amenaza que está con nosotros desde los años cuarenta y cincuenta. La ciencia-ficción la ha desarrollado muchísimo y ahora nos llegan estos dispositivos que llamamos casualmente inteligencia artificial, a pesar de que ni es inteligente en términos humanos, porque no tiene nada que ver con nuestra inteligencia, ni es artificial, porque en realidad son mis recursos y tiene mucha parte que es física. Alguien nos dice que dentro de unos años estas máquinas pensarán por sí mismas, aprenderán por sí mismas, de alguna manera no superarán y que estaremos casi como en “El planeta de los simios”, controlados por robots que serán más inteligentes que nosotros.

En realidad, nada de lo que tenemos ahora mismo parece que vaya por ese camino. Necesitamos una educación que nos permita comprender y cuestionar lo que está pasando, pero también necesitamos una escuela que nos permita hacer un uso mejor de las tecnologías y de la inteligencia artificial, saber dónde están sus límites, saber utilizarla para lo que nosotros necesitamos y no al revés.

Necesitamos una escuela que nos permita hacer un uso mejor de las tecnologías y de la inteligencia artificial
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2025-05-08T09:16:08+00:00
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