Paulo Cosín Fernández es el director de la editorial de Ediciones Morata desde 2005. Ingeniero de montes y MBA por el Instituto de Empresa. Ha desempeñado responsabilidades de logística, marketing y gerencia en la industria de la construcción hasta el año 200 que comenzó en el sector editorial en el Grupo SM y posteriormente en Oxford University Press. Sus áreas de interés son la justicia, la educación, la psicología y la sociología.
“Para que leer”. Leer es una capacidad exclusiva de los seres humanos, es un bien, una virtud que abre al entretenimiento y a la evasión, al conocimiento y a la reflexión, pero, sobre todo, a un diálogo con el que encontrar la razón de nuestra existencia. En este libro hay reflexiones y propuestas y referencias para provocar en los jóvenes la inquietud por leer a través de múltiples vías en las que se pueden desenvolver con facilidad.
por Jordi Viladrosa i Clua
Paulo Cosín es un hombre de acción y reflexión en ambos sentidos de la marcha. Le singulariza que esté al frente de una editorial como Morata, comprometida con la educación, la pedagogía, la psicología… y que también sea uno de sus autores, como es el caso del libro que reseñamos y del que lo complementa, “La emoción de Leer”. Sabemos que Cosín es un defensor del trabajo en equipo de todo el sector del libro, que cree en el valor de cada elemento de la cadena, desde la creación hasta el lector, y que es un defensor convencido de la bibliodiversidad. Considera el fomento de la lectura un pilar de toda sociedad democrática, y entiende que urge implantarlo y potenciarlo entre los jóvenes y adolescentes como el mejor legado que les podemos ofrecer.
Nada más ni nada menos que un libro entero para responder a la pregunta para qué leer; trabajo que recomiendo al profesorado, padres y madres de adolescentes y a cualquier responsable del fomento de la lectura en cualquier ámbito.
Quien lea este libro encontrará numerosas y oportunas reflexiones sobre los beneficios de la lectura acompañadas de ejemplos y relatos que sugieren múltiples acciones prácticas. De hecho, de acuerdo con los datos facilitados por la Federación de Gremios de Editores de España, citado por Cosín, tenemos un 35,6% de la población que se declara ‘no lectora’ de libros en su tiempo libre. ¡Todo un reto para los “activistas” del fomento de la lectura!
El peso de cualquier acción estimuladora de la adquisición del hábito lector no puede quedar únicamente en manos del profesorado de lengua y literatura, es decir, de los centros educativos. Afirma Paulo Cosín que “leer es de humanos, nos hace humanos y está al alcance de todos, pero eso requiere oportunidades, motivación y práctica deliberada”.
El peso de la acción estimuladora de la adquisición del hábito lector tiene que estar en manos de todo el profesorado
Una de sus propuestas es redescubrir el placer de leer, que “no es equivalente solo a la lectura por entretenimiento, o por evasión, lo que la haría incompleta. La lectura libre es también una puerta a la libertad, que permite emanciparnos”. Esto se hace “movilizando voluntades”:
- Actividades abiertas y auténticas: antologías personales, seguimiento de programas de radio y televisión especializados en libros, investigar vidas de autores…
- Acceso fácil a un gran volumen de textos adecuados: una amplia y actualizada gama de lectura o una buena biblioteca de aula, entre otros.
- La elección realizada por el lector.
- Un trabajo colaborativo: publicar las reseñas y recomendaciones de lectura en la intranet de la escuela, por ejemplo.
- Un enfoque en el que el alumnado sepa qué hace, cómo y por qué lo hace.
- Establecer vínculos entre la lectura en el aula y fuera de ella.
El arte de hacer(se) preguntas como herramienta de pensamiento crítico
Cosín defiende la idea de que “ser capaz de hacerse preguntas, de preguntar correctamente, de interrogar el texto, y en este sentido encontrar anomalías, es más importante que llegar a comprenderlo”. Nuestro autor propone, entre otras acciones, que llevar a cabo un proyecto de investigación es una buena forma de aprender a hacer preguntas.
Los seminarios socráticos son también una buena estrategia basada en preguntas -las preguntas socráticas- que abren un diálogo a partir de un texto compartido previamente. Estas preguntas son de distintos tipos:
- Preguntas esclarecedoras: ¿Qué significa…? ¿Puedes poner un ejemplo de…?
- Preguntas para sondear razones y evidencias: ¿Por qué crees que…? ¿Cómo sabemos que…?
- Preguntas que examinan puntos de vista diferentes: ¿Qué pasaría si alguien sugiriera…? ¿Qué diría alguien que no estuviera de acuerdo contigo?
- Preguntas para comprobar implicaciones y consecuencias: ¿Cómo puedes comprobar si es cierto…?
- Preguntas sobre el concepto o idea clave: ¿Cuál es la idea clave? ¿Hemos resuelto el problema?
Sin embargo, para Cosín, si queremos acercarnos a la virtud de la sabiduría, una vez ya lo hayamos hecho hacia la información y hacia el conocimiento, las preguntas clave son: para qué y hacia dónde.
Si queremos acercarnos a la virtud de la sabiduría, las preguntas clave son: para qué y hacia dónde
Adolescentes, identidad, y los personajes como referentes
Salvo los libros que se leen porque forman parte del correspondiente plan de estudios, si nos centramos en el ámbito de la lectura entendida como entretenimiento, no cuesta mucho entender por qué es difícil lidiar con la competencia que supone el sector audiovisual. El autor de “Para Qué Leer”, considera que “si queremos ayudar a los adolescentes a ser adultos debemos enseñarles a distinguir, a comprender, a despertar la conciencia de cuan influenciables son (somos)”. No podemos olvidar que la adolescencia es ese momento de la vida de las personas en las que es más intensa la búsqueda de la propia identidad. Un camino lleno de arrecifes que debemos ayudarles a explorar.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es que vivimos en una sociedad hipersexualizada; los guionistas y directores de series lo saben y lo explotan en sus productos dirigidos al público joven. También ocurre con los temas musicales y las letras de algunas canciones o con buena parte de lo que se publica en TikTok o Instagram. Es un reclamo al que no debe hacerse frente porque es mejor crear un punto de encuentro basado en construir contenidos y referencias: héroes, personajes de ficción y reales, que conecten con las inquietudes y motivaciones de los adolescentes a partir de relatos emocionantes y creíbles.
Como dice Cosín en “La emoción de Leer”: “La esperanza se alimenta de nuestra capacidad de compromiso, de querer un propósito y de creer en él”. Crear vínculos saludables genera emociones que perduran en el tiempo y abre sus puertas al diálogo enriquecedor que es fuente de crecimiento personal para todos, pero muy especialmente para los jóvenes y adolescentes.